Nunca he montado un negocio (ni un proyecto más o menos decente, aunque no se haya convertido en negocio), pero en mi familia se han dado casos. A menudo me entran ganas, recuerdo las palabras de mi padre el día que llegó a casa y dijo «estoy harto de trabajar para los demás, vamos a hipotecar el piso y a montar un restaurante». A mi madre le entró el vértigo. A mi padre le brillaban los ojos. Ya habían fracasado una vez. Yo no sabía de parte de quién ponerme.
Hace unos días Hace muchos días (este es otro post que rescato del baúl de los recuerdos AKA carpeta de borradores) tuve la oportunidad de escuchar hablar de su experiencia a diferentes emprendedores en el JEI Startup Zaragoza. Bueno, no es nada nuevo decir que no hay una fórmula mágica, que la pasión es por supuesto algo imprescindible. Me quedé con tres estilos de emprender.
- Estilo 1: Emprendedor- Empresario. No sólo emprende sino que además tiene habilidades para converitr aquello en lo que cree en un negocio rentable. Con su business plan, su MBA y su pasión quizás más enfocada al negocio que al producto o servicio que ofrece, el emprendedor- empresario emprende y consigue hacer grande el negocio.
- Estilo 2: El artesano. Ubaldo Huerta y Eduardo Manchón utilizaron este término para hablar de cómo ellos habían emprendido (y siguen haciéndolo) varios proyectos. Básicamente se refirieron a Loquo y a Panoramio. Con mimo, con cariño, poquito a poco, en un garaje o donde sea. Lo que dicen de que una empresa no se monta en un garaje a ratos libres… Pues depende. Lo que está claro es que es más difícil montar una empresa en tus ratos libres cuando el 80% de tu cabeza está en otro sitio que dedicándole todo el tiempo del mundo (o al menos ese 80%). Peeeero… hay quien es tan apasionado que lo consigue. También es verdad que es lo menos habitual (otro ejemplo, y éste lo he vivido de muy cerca, Mundoanuncio) por ser, como digo, más difícil o más sacrificado.
- Estilo 3: Emprender entorno a una necesitad, con un producto buen o, a poder ser, muy bueno. Fue Marek Fodor quién habló de esto a colación de su experiencia con Atrapalo. Son varios los emprendedores que crean algo con el objetivo de cubrir una necesidad que ellos mismos tienen. La clave en estos casos está en que esa necesidad sea lo suficientemente representativa en la sociedad o en el mercado.
La conclusión a la que llego (no sólo entonces, sino día a día, trabajando, por suerte, en un entorno lleno de emprendedores) es que se pueden aprender muchas cosas para montar una empresa, pero lo de ser o no ser emprendedor, de eso creo que hay que llevar algo dentro. ¿Fórmulas para el éxito? Sin ser una experta me atreviría a decir que ninguna, sino que todo depende de tu manera de ser y de trabajar, de conocerse a uno mismo, de quién te rodees (de quién no), del mercado.