Archivo mensual: julio 2013

Deberes después de la comida

¿Volveré a escribir en mi blog alguna vez? Parece que la respuesta es sí. Aunque la respuesta definitiva vendrá cuando clique en el botón de «Publish». Y quién sabe si eso sucederá (ni cuándo).

Hay Cuando empecé a escribir este post había un perro ladrando-aullando en la oficina, y aunque ése no es el tema que lo inspira, se podría decir que tiene algo que ver. Resulta que ayer hace unos días, por primera vez en años (por lo menos 4 o 5), volví a sentir aquella sensación. La de cuando vuelves de comer con los compañeros de trabajo y dices: ‘ostras, tengo que trabajar pero ahora mismo me gustaría leerme tres libros, ver dos pelis, aprender a jugar a ‘Go’ y no sé cuántas cosas más’. Y sólo leerme uno de esos libros ya me llevaría más de un día. Qué estrés.

Cómo lo había echado de menos… y ni tan siquiera me había dado cuenta. Eso me hace pensar que tal vez haya más cosas buenas que haya perdido por el camino sin enterarme, pequeñas cosas que te hacen feliz o que se llevan la felicidad con ellas sin avisar. Malditas. Bueno, que no cunda el pánico, parece que se pueden recuperar, cuando menos te lo esperas, vienen y aparecen. x2 (o por más).

Y hablando de pequeñas cosas que te hacen feliz, cómo me gusta la palabra (inventada, pero palabra) ‘sintigo’. Cada vez que la digo o la escribo- leerla no puedo, a menos que la escriba yo, porque no existe- me parto de risa. Como por ejemplo ahora. Sintigo.

En fin, volviendo al tema de la comida y los deberes. Vayamos por partes.

  • «Vuelves de comer con los compañeros del trabajo». Volver de comer con los compañeros de trabajo implica que ya no trabajo sola (físicamente), que no como en casa, y que hablo con gente a la hora de comer. Y si además, como yo, tienes la oportunidad de hablar de cosas interesantes, pues te das cuenta de por qué las relaciones humanas son importantes, te sientes persona.
  • Esa sensación ‘de que el cerebro te va a explotar’. Lo decía Gus a veces cuando volvíamos de comer, ‘me gusta ir a comer con vosotros pero hay veces que vuelvo con un montón de deberes’. Sonrisa. Pues eso. Si has estado ahí, sabes lo estimulante que esto resulta. A veces sucede a la hora de comer a veces no, lo que nunca faltan son las personas con las que conectas, las personas a las que estimulas y motivas a la vez que ellas a ti.

Qué bien recuperar esas pequeñas cosas…

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